En el mundo se derrumba, casi un 45% desde julio, el precio del petróleo. El petróleo Brent pasó de cotizar a U$S 145 el barril en 2008 a U$S 57.13 en la última cotización del viernes.
¿Qué pasa? ¿No es el petróleo un bien fundamental para la sociedad moderna? ¿Cómo puede ser que baje su precio si es ampliamente demandado?
Bueno, en realidad hay muchos factores. En realidad, la cotización que vemos en la pantalla del televisor son contratos future, o sea, de entregar (o recibir) petróleo en el futuro. ¿De qué depende el precio en que pactemos vos, productor de petróleo, y yo, consumidor de petróleo, que me entregues X cantidad de petróleo en el futuro? Simple: de la cantidad que esperemos que se produzca de petróleo, y por lo tanto, haya disponible, y de la cantidad que se quiera consumir de petróleo. En otras palabras, la famosa oferta y demanda.
En realidad, el mercado del petróleo es un poco más complicado (si me escucha un especialista en petróleo decir "un poco más complicado", me mata). El tema es la famosa OPEP (u OPEC en inglés): la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Incluye a varios países que producen cantidades masivas de crudo: Venezuela, Irak, Angola, Arabia Saudita, y una lista que sigue.
¿Qué hace la OPEP? Básicamente, se dedica a coordinar cuánto producir, y por lo tanto, a qué precio cobrar el petróleo. Uniéndose a tomar decisiones conjuntas tienen mucho más poder de mercado y posibilidades de maximizar ganancias. Restringiendo las cantidades que se producen, cambia el precio, y estos países pueden aumentar sus rentas. Básicamente, eso pasó en los 70', cuando Occidente se puso de rodillas ante un puñado de países que lograron cuadruplicar el precio en un año.
¿Sube el precio por acciones de la OPEP? Mayoritariamente, no. La OPEP ha perdido poder en los últimos años, por razones que veremos en seguida. ¿Qué pasa, entonces? Hay una lista de factores.
1) Primero, y lo que pareciera más importante, la masiva producción en Occidente de petróleo gracias a la revolución shale. El fracking, técnica para extraer petróleo y gas shale, está revolucionando el mercado energético mundial. Países como Estados Unidos, netos importadores de petróleo, están comenzando a producir cantidades gigantescas de shale gas y oil. Según el New York Times, la producción estadounidense de petróleo ha aumentado un 70% desde 2008, y por lo tanto, las importaciones desde países de la OPEP han caído hasta un 50%. Esto pone presión a la baja sobre el precio, y explica por qué la OPEP ya no tiene el poder que solía tener.
2) Baja demanda global. La economía mundial pareciera estar en un estado melancólico: Europa al borde de la recesión, Asia desacelerándose, y Estados Unidos creciendo a un ritmo moderado. Claramente, la demanda de petróleo no está en su punto más alto: al no crecer mucho la producción global, se demanda menos petróleo (insumo básico).
3) Arabia Saudita, productora de casi un tercio del petróleo de la OPEP, ha decidido no hacer nada. Los costos de producción para los saudis son increíblemente bajos: de 5 o 6 dólares por barril. Si decidieran recortar la producción para subir el precio, los beneficios irían al resto de la OPEP; a casi 50 dólares de ganancia por barril, no están interesados.
Hagamos un ejercicio mental: ¿qué consecuencias tiene esto para el mundo, y en especial, para Argentina?
Empecemos por el mundo. Claramente, los perdedores son los países que en algún momento ejercieron presión al resto con el petróleo: Rusia -principal exportador de petróleo a Europa-, Venezuela, Irán. Todos ellos se ven perjudicados por menores exportaciones, al caer el valor de ellas. Rusia vio devaluarse el rublo casi un 20% en ¡una semana!. Venezuela difícilmente pueda mantener su gasto público a estos niveles. El Medio Oriente pierde poder de presión. También puede tener consecuencias ambientales: a este precio de petróleo, se incrementa la competencia sobre las energías renovables, que vienen creciendo a un ritmo gigante.
Los grandes ganadores son los consumidores: en los países importadores (India, Japón, Europa), la población goza de precios más bajos de petróleo.
¿Qué pasa con Argentina? Bueno, a corto plazo, esto es muy bueno. Argentina es importador neto de petróleo, con una producción que cae hace más de una década. Precios más bajos de petróleo traen un gran alivio sobre la balanza comercial, al reducirse las importaciones. En una época de un sector externo muy frágil, son buenas noticias.
En el largo plazo, el panorama es más sombrío. Vaca Muerta, ese gran tesoro hundido en la tierra, está balancéandose en el borde como Humpty Dumpty. A estos precios, nadie sabe a ciencia cierta cuán rentable es explotarla. Galuccio, el CEO de YPF, explica que no hay ningún tipo de riesgo y que se podrá producir petróleo para llenar las arcas del país. Otros lo ponen en duda.
Vaca Muerta (y por lo tanto, el sector externo argentino a mediano plazo) está así en un limbo petrolero. Podríamos empezar a hablar de la Vaca de Schrödinger: está viva y muerta al mismo tiempo. Y eso no es bueno. El tiempo nos dirá.
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