sábado, 25 de octubre de 2014

¿Qué hacer con los ahorros?

La eterna pregunta de todos los que consiguen guardar algunos pesos para ahorrar.

Qué pregunta. Veamos las cotizaciones de diversos activos -acciones, bonos, commodities, moneda extranjera- hace un año atrás, y las del día de hoy. La diferencia de cotización, en porcentaje, es el rendimiento anual - o cuánto más vale ese activo hoy respecto a un año antes.


Empecemos por la pregunta de qué no hay que hacer, cuya respuesta es obvia: quedarse con los pesos. La inflación es un impuesto no legislado; el Banco Central te saca valor de los pesos de tu bolsillo ampliando la cantidad de dinero y causando la suba de los precios. Quedarse con los pesos destruye tu riqueza en casi la mitad (40%) por año. Esto es, con la misma cantidad de pesos tenés un 40% menos de bienes y servicios dentro de un año.

Primera conclusión: quedarse con los pesos es la peor opción en términos de rentabilidad.

¿A qué podemos recurrir, entonces?

1) La opción más común para la clase media argentina es, claro está, el plazo fijo. No es difícil de contratar, es bastante seguro en pesos (a diferencia de los 2000-2001). Ahora, ¿es rentable? La respuesta es no. La tasa BADLAR, que mide el promedio de tasas de plazos fijos de 30 a 35 días (para más de un millón de pesos, bueno, pero no son muy distintas), estaba en 18.5% hace un año. Colocando $1000 hace un año en plazo fijo, produciría hoy $1185. Sin embargo, necesitarías $1400 para poder comprar exactamente la misma cantidad de bienes y servicios. En términos de poder de compra, perdiste un 20%.

Hacia abril-mayo hubo un pico en la tasa de interés, que llegó a tocar 27-28%. Sin embargo, those days are long gone: hoy está en 20%.

Los pros del plazo fijo: es una de las opciones más accesibles para cualquier persona común, y es mejor que quedarse con billetes en el bolsillo. Pero si la intención es ganarle a la inflación, bueno, se pierde.

2) La otra opción masiva: el dólar. Por estos días el blue se mantiene (policialmente) en $14,70, pero hace dos semanas tocaba $16. A ese precio, otorgaba una rentabilidad anual de 65%. Por estos días, sin embargo, tanto el oficial como el blue han tenido aproximadamente la misma rentabilidad, levemente superior a la inflación.

¿Es conveniente el dólar? Depende. Tarde o temprano, el tipo de cambio ajustará por inflación. En el peor escenario, el peor de los mundos posibles, sólo se gana la tasa de inflación. Mucho más rentable que un plazo fijo. 

3) ¿Qué hace un ahorrista con más opciones en la mano? Compra una cartera de activos financieros: acciones y bonos. Una acción es un derecho sobre una porción del capital de una empresa. Un bono es una promesa de pago futuro, con interés. (Wikipedia lo explica más detalladamente).

La verdad es que hay cierto optimismo en el mercado de acciones en lo que va del año. En bonos la cosa está un poco más complicada, después del default. 

Algunos dicen que el mercado sube por las expectativas post-2015, otros porque el mercado está inflado para comprar dólares "contado con liquidación". El contado con liquidación es una maniobra financiera donde se compran activos argentinos, se transfieren al exterior en cierta proporción, y se venden a dólares contantes y sonantes. 

Comparado con un año atrás, un inversor que hubiera comprado acciones del sector petrolero y bancario, hubiera tenido una rentabilidad muy superior a la inflación. No está claro cuál va a ser la tendencia de ahora en más, pero es probable que continúen las buenas expectativas.

4) Commodities. En el cuadro sólo está el oro, opción recurrente para algunos. A U$D 1230.80 la onza en el mercado internacional, el oro sigue bastante estable. En el mercado local, es una forma de "atar" tu activo a la inflación: si suben los precios, también va a subir el precio del oro. Por ahora, lo ha hecho por encima de la inflación (65%).

5) Otros: el mercado inmobiliario. Hoy por hoy, está prácticamente frenado. Pero es otra clásica opción de los argentinos ("el ladrillo dura más que el papel"). Sin embargo, los precios siguen estables, en términos de dólares. 

Por supuesto, hay muchas más opciones que requieren de tiempo y ganas de aprender. Pero están ahí, al alcance de la mano de la mayoría de los ahorristas. En tiempos en que los precios vuelan, no es mejor un peso en la mano.

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